martes, 9 de septiembre de 2008

BARROS ARANA

Universidad de Concepción
Asignatura: Principios de Educación II
Sección: 6
Profesor: Daniel Neira
Alumnos: Claudio Rubilar
Sadrac Sanhueza
Fecha: 02/09/08
Objetivo: Desarrollar habilidad para investigar, analizar y sintetizar información de diversas fuentes relacionadas con:
· El desarrollo histórico de la profesión docente vinculándola con el desarrollo de la evolución de la educación y de la sociedad chilena durante los siglos XIX y XX.
Tema: “Diego Jacinto Agustín Barros Arana”

Biografía: Fue hijo de Antonio Barros Fernández de Leiva y de Martina Arana Andonaegui. Nació en Santiago el 16 de agosto de 1830. Inició sus estudios en el Internado de San Agustín, para continuarlos en el Instituto Nacional, donde estudió Latín, Gramática, Francés, Filosofía e Historia Santa. A los 19 años de edad publicó una traducción de una novela histórica de Alejandro Dumas. En 1850 publicó su primera obra histórica: “Estudios Históricos sobre Vicente Benavides y las campañas en el sur”, luego publicaría “La Historia General de la Independencia de Chile”; ésta última es quizás su obra más importante y reconocida.
En 1857 crea el periódico El País, iniciándose como periodista político, pero en 1858, el presidente Manuel Montt estableció una censura a la prensa, prendiendo a algunos editores, entre ellos a Barros Arana. Luego de ser liberado se fue a Argentina, y de ahí visitó Inglaterra, España y Francia. En 1861 volvió a Chile y es elegido secretario del Consejo de la Universidad de Chile.
Fue elegido diputado por San Fernando (1867-1870) y por Putaendo (1886).
Sus últimas obras literarias fueron una biografía del naturalista Rodulfo Amando Philippi y el Decenio de la Historia de Chile (1841-1851).
Luego, Barros Arana se retiró a vivir a su hacienda en San Bernardo, lugar donde falleció el 4 de noviembre de 1907.
Aportes en la Educación:
Cuando tenía 32 años asumió la dirección del Instituto Nacional. El rectorado de don Diego Barros Arana, de 1863 a 1872, fue uno de los más fecundos en la historia del Instituto y tuvo una gravitación enorme en el desarrollo de la educación pública del país.
Cuando en Chile se libraban ardientes batallas por la independencia espiritual del país, él tomó como propia esta lucha que iba en contra de los prejuicios, de la intolerancia, de la superstición en el rechazo de toda renovación; sacrificándose en el combate en el plan educacional.
El ser rector del Instituto Nacional por diez años le abrió puertas para entrar en el Consejo Universitario lo que le permitió la oportunidad de entregar a su criterio la dirección de toda la educación secundaria del país, pues el Instituto Nacional era el modelo de enseñanza y cualquier reforma introducida en él sería la norma que seguirían todos los establecimientos educacionales fiscales del país.
Desde el Instituto Nacional impulsó una reforma de programas de orientación que hasta nuestros días hace sentir sus efectos benéficos. En ese tiempo, no figuraban dentro de las materias escolares los estudios gramaticales ni los históricos, los que fueron incorporados al programa por Barros Arana. Dentro de las reformas y aportes que hizo estando en el cargo de rector de este establecimiento están:
- Se empeño en acabar con el aprendizaje de memoria buscando el desarrollo de la razón de los alumnos cuya educación se le había confiado
- Introdujo el método inductivo en el estudio de las ciencias e innovaciones en los programas de la enseñanza secundaria
- Hizo un gran esfuerzo para despertar en los jóvenes estudiantes el amor por el estudio y por la lectura seria, por lo que tuvo que ser muy severo en los exámenes que él mismo vigilaba y debía revisar lo que implicaba un gran trabajo.
- Rehizo por sí mismo o por medio de profesores experimentados casi todos los textos elementales que se empleaban en la enseñanza
- Introdujo el estudio de Historia Natural, Física Terrestre, Química e Historia Literaria
- Amplió el programa de estudio de casi todas las asignaturas
- Tuvo que reformar el sistema que llevaban los profesores haciendo que éstos no tuvieran a su cargo más de dos asignaturas. Así fue como formó en el Instituto Nacional un cuerpo docente capaz de satisfacer todas las exigencias de una enseñanza sólida.
- El anterior rector (Santiago Prado) había fundado en el establecimiento una Biblioteca para alumnos y profesores, pero la obra sólo poseía una colección de libros útiles. Era mucho menos de lo que se necesitaba para un nivel de educación que estaba acrecentándose, por lo que aumentó esta biblioteca a través de donativos y compras a tal punto que fue la segunda entre todas las bibliotecas del país por el número de volúmenes.
- Dio un gran desarrollo al gabinete de Física que había formado el sr. Prado. El desarrollo del gabinete fue tal que no sólo podía satisfacer a las necesidades de la enseñanza si no que también se le podía considerar el mejor existente en Chile
- Estableció un gabinete de Química y un gabinete de Historia Natural
- Adquirió una buena colección de herramientas para la enseñanza de Cosmografía y de Geografía Física
- En su rectorado se hicieron muchas reparaciones mejorando la salubridad y el aseo
- Cambió el tipo de castigo para los que cometían faltas, creando una sala de estudio donde serían penados con aumento de horas de trabajo todos los que infringían las normas del colegio con desaplicaciones o mala conducta
- El Instituto Nacional era tan importante en Chile como en sus países vecinos como para que tuviera estudiantes que cruzaban las fronteras para adquirir conocimientos en Chile, específicamente en este Centro educacional.
- Implementó el Instituto Nacional con distracciones que fueran útiles a la salud y a la educación intelectual. Para éste efecto estableció aparatos de gimnasia y recomendaba él mismo los libros que consideraba con contenido proporcionara distracción y a la vez fuera provechoso.
- Hasta el fin de sus días procuró hacer desaparecer las diferencias entre ricos y pobres incentivando el respeto entre alumnos como entre apoderados. Para tal efecto, fijó reglas que permitieran conceder becas de gracia a niños verdaderamente pobres y con aptitudes para el estudio.
De su cargo fue destituido injustamente, por lo cual escribe “Mi Destitución” en el que hace saber todo lo que hizo, da a conocer las razones por las que es apartado del servicio y además revela sus ideas del vital papel que debiera jugar la educación en un país que recién llegaba a la vida libre.
Sin duda estos momentos fueron muy difíciles para Barros Arana, quien había sido una conciencia contra mil, ahora se encuentra en estado depresivo.
Imposible no mencionar algunos de sus aportes fuera del rectorado del Instituto Nacional que tuvo por diez años.
- En Europa se movió con la intelectualidad francesa y a pesar de sus estudios poco profundos de Biología, Geología, Geografía y Astronomía fue miembro de la Academia de - Ciencias de París por sus observaciones del planeta Venus frente al Sol en el año 1882.
- Fue Decano de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile.
- Contribuyó a la creación del Instituto Pedagógico.
- Fue Orientador de la política educacional en sus cuatro años como rector de la Universidad de Chile.
Su posición política fue decisiva en las resoluciones que se tomaron para con él. Al iniciarse tenía una tendencia hacia los conservadores, pero pasando el tiempo se fue mezclando con ideas liberales que terminaron convirtiéndolo en un anticlerical Barros Arana. Tuvo que enfrentarse a la gran fuerza de oposición que ejercía la Iglesia (que era de gran influencia en el partido conservador), pero aún así, con sus ideas liberales (que adquirió en el extranjero al notar la gran deficiencia de la educación chilena) consiguió darle claridad a la educación. Sus enemistades con la Iglesia se basaban en que él no enseñaba lo que decía ésta respecto a algunos temas, lo que impedía el desarrollo de algunas ciencias. Este veto de la Iglesia en la educación fue quitado con Barros Arana.
Se pueden destacar algunos títulos que se le han dado a esta influencia a la educación en persona:
- El Ilustre Educacionista (Valentín Letelier)
- Pedagogo e institutor de la juventud
- El primer historiador de América
- Después de Andrés Bello, fue en América “El Sabio y El Maestro”
“Fue en su patria grande entre los grandes, sabio entre los sabios, bueno entre los buenos; y ora enaltecido u ora fulminado –dice dirigiéndose a los alumnos del colegio- vosotros lo habéis visto recorrer los viejos corredores de la casa que habitamos, o lo habéis escuchado en la severas aulas donde ejerciera su fecundo magisterio, sonriente y bondadoso, sin que alcanzaran a quebrantar nunca su espíritu ni los halagos de la lisonja ni las amarguras de la injusticia”.
Carlos Ramírez Salinas: Don Diego Barros Arana. Ediciones de la Universidad de Chile; 1942.
Una medalla que fue dejada en su honor por la Junta de Historia y Numismática Argentina decía: “Al proyectar la luz de su cerebro sobre las generaciones pasadas, aclaró el horizonte de las generaciones venideras".